En el ámbito educativo, este “alguien” es el docente. La labor de los profesores es importante para ayudar a desarrollar esta capacidad creativa que se va perdiendo al pasar los años.
La sociedad necesita personas creativas y si analizamos a aquellos humanos que se destacaron por su creatividad, encontraremos algunos rasgos en común. Esto servirá de base para enseñar a ser creativos y dónde colocar mayor énfasis para desarrollarla.
Saber cuestionarse
Como docentes debemos motivar a nuestros estudiantes a preguntar, a no quedarse con las dudas y a exponer sus respectivos puntos de vista que son, en ocasiones, diferentes a los nuestros.
Si aceptan todo sin cuestionarlo, nunca verán aparecer alternativas diferentes. La curiosidad, de acuerdo a lo que decía Einstein, es la semilla de la creatividad. Se trata de poner en duda aquello que los docentes aceptan y de esta manera, ejercitan una independencia que los grandes inventores tienen en cuenta al momento de crear algo novedoso.
Una mirada diferente de las cosas
El docente, en su rol como guía creativo, puede presentar los diferentes temas que deben abordar los alumnos de manera diferente. Una forma de motivar la creatividad puede ser mediante juegos que hagan pensar a los alumnos y a convertir lo familiar en extraño y lo extraño en familiar.
El profesional debe invitar a los estudiantes a que piensen de manera diferente a lo acostumbrado, que busquen ideas poco comunes para resolver diversas situaciones.
El sólo hecho de solicitar nuevas perspectivas de una misma imagen, suceso o tema, promueve la creatividad y la potencia en el aula.
Arriesgarse y perseverar
Se trata de reconocer positivamente al estudiante que persevera, más allá de haberse equivocado tantas veces; a aquel alumno que no teme a pensar en nuevas ideas sin tener control previo del resultado.
La persona que no afronta riesgos, que emprende nuevas aventuras y que no teme a equivocarse nunca potenciará su creatividad.
El fracaso es información ya que si eliminamos posibilidades, solo nos quedan las soluciones.
La persona creativa sabe aprovechar oportunidades, trabajar en equipo para enriquecer perspectivas e intercambiar ideas para potenciar el crecimiento conjunto.
La incorporación de la creatividad al aula representa la posibilidad de generar cambios capaces de enfrentar los retos de una manera diferente y audaz. Es una demanda de la sociedad al proceso educativo como formador de individuos.