Entre los desafíos más significativos se encuentran la falta de conectividad y acceso a dispositivos tecnológicos, la carencia de recursos pedagógicos pertinentes para el entorno rural y la insuficiente formación docente. Estos obstáculos presentan un panorama complejo que requiere atención y acciones concretas para garantizar una educación equitativa y de calidad en las zonas rurales del país.
Conectividad y acceso a dispositivos tecnológicos:
Uno de los desafíos más apremiantes es la brecha digital en las zonas rurales, donde la conectividad a Internet es limitada o incluso inexistente en algunos lugares. La falta de acceso a Internet dificulta el uso de tecnologías educativas, el acceso a recursos en línea y la participación en entornos de aprendizaje virtuales. Además, muchos estudiantes y docentes carecen de dispositivos tecnológicos, lo que limita su capacidad para aprovechar las oportunidades de aprendizaje digital. Superar esta brecha requiere inversiones en infraestructura de conectividad y programas de distribución de dispositivos en estas comunidades.
Carencia de recursos pedagógicos pertinentes:
Muchas veces se adaptan los programas urbanos a los rurales y es esencial desarrollar recursos que aborden los desafíos y las particularidades del mundo rural, y que promuevan la valoración de la cultura local y el entorno natural. Además, la disponibilidad de bibliotecas y materiales físicos en las zonas alejadas también es un factor determinante.
Falta de formación docente en temas de ruralidad:
Ocho de cada diez profesores del ámbito rural en Chile nunca recibieron formación en temas específicos a lo largo de su trayectoria profesional. Esta falta de preparación limita la comprensión de las necesidades y características propias de las comunidades.
Es necesario implementar programas de perfeccionamiento docente que aborden de manera integral los obstáculos y las particularidades de la educación en estos entornos, promoviendo estrategias pedagógicas contextualizadas y enriquecidas por la experiencia local.