En el panorama educativo actual, la modalidad online experimentó un crecimiento sin precedentes en los últimos años. Esta tendencia llevó a una expansión significativa en el número de programas y estudiantes matriculados en instituciones que adoptaron este enfoque, superando incluso la oferta presencial en términos de crecimiento. Sin embargo, para que las instituciones puedan aprovechar plenamente los beneficios de la educación en línea, es esencial abordar dos aspectos fundamentales: la rentabilidad y la escalabilidad.
Rentabilidad: un factor determinante
La rentabilidad se refiere a la capacidad de una institución para desarrollar y mantener su oferta de manera sostenible desde una perspectiva financiera. Esto implica diseñar enfoques que generen ingresos suficientes para cubrir los costos asociados con la implementación y operación de programas, sin comprometer la calidad educativa.
Los costos asociados con el desarrollo de los programas se dividen en cinco categorías principales: planificación, diseño y desarrollo, entrega, mantenimiento y gastos generales. Cada una de estas etapas conlleva una serie de gastos, desde la investigación inicial y el diseño del plan de estudios hasta la impartición de clases y el mantenimiento continuo del contenido.
Para garantizar la rentabilidad, se debe considerar una serie de factores, como el número de cursos a escala, el capital humano necesario, las horas requeridas para el desarrollo y la impartición de programas, la proporción de docentes a estudiantes, entre otros. La elección de la tecnología y la pedagogía utilizada también influyen en los costos asociados con la formación online.
Escalabilidad: impulsando el crecimiento
La escalabilidad se refiere a la capacidad de una institución para expandir su oferta educativa de manera eficiente y efectiva a medida que aumenta la demanda. Esto implica diseñar procesos y estructuras que puedan adaptarse y crecer sin comprometer la calidad del aprendizaje.
Para lograr una escalabilidad efectiva, debemos identificar y abordar las brechas en los equipos internos, fortaleciendo áreas clave como el diseño curricular y la construcción de cursos.
Además, se deben analizar los sistemas de acompañamiento y los servicios de apoyo necesarios para garantizar una experiencia educativa integral para los aprendices.
Recomendaciones para una implementación exitosa
Para maximizar la rentabilidad y la escalabilidad, las instituciones deben considerar algunas acciones clave:
-Estandarizar los cursos por área o escuela para facilitar la planificación y presupuestación.
-Evaluar la capacidad interna para diseñar y construir materias, y considerar la externalización de servicios según sea necesario.
-Implementar sesiones online de asignaturas para permitir la impartición transversal independientemente de la ubicación de los estudiantes.
Al centrarse en la rentabilidad y la escalabilidad, las instituciones desarrollan y mantienen una oferta educativa online sólida y sostenible, garantizando al mismo tiempo la calidad y efectividad del proceso formativo.
Esto permitirá que más estudiantes accedan a una educación de calidad en cualquier momento y lugar, impulsando así la transformación del panorama educativo actual.
