Lo que motiva a un estudiante no motiva necesariamente a otros. Algunos prefieren actividades de grupo, mientras que otros no. Unos aprenden escuchando, otros viendo, y otros haciendo. Todos estos factores afectan a la motivación. Para motivar satisfactoriamente, debemos aceptar que “justo” no es lo mismo que “igual”, es decir, que aplicar la misma estrategia motivadora a todos los estudiantes puede ser igualitario, pero no necesariamente justo.
Pequeñas estrategias pueden aportar grandes mejoras a la motivación de los estudiantes. Conoce diez estrategias sencillas y básicas:
1) Llegar hasta el final: los profesores deben insistir hasta que los estudiantes cumplan sus peticiones, reforzando la estabilidad del aula.
2) Hacerse oír por todos los estudiantes: verifique que todos los estudiantes pueden oírle y repita las respuestas durante discusiones.
3) Cuidado con el uso de móviles: movilice a los estudiantes para crear un plan de manejo de móviles, y sea firme en su aplicación.
4) Ser persistente: insista en que los estudiantes participen, mostrando que espera su involucramiento continuo.
5) Reducir las distracciones: utilice estrategias para minimizar las distracciones, especialmente para estudiantes con TDAH.
6) Empezar las clases puntualmente: esté preparado para comenzar la clase a tiempo y ofrezca actividades interesantes desde el inicio.
7) Saluda al llegar: especialmente a aquellos menos motivados, para crear un ambiente positivo.
8) Protegerse de las rutinas: cambie los procedimientos cuando éstos pierdan efectividad para mantener el interés.
9) Ser coherente: Asegúrese de que sus acciones correspondan con sus palabras para ser un modelo a seguir.
10) Estimular el sentido del humor: use el humor de manera productiva para mantener un ambiente agradable y motivador.
Las diez estrategias son muy fáciles de integrar en el aula y pueden producir un efecto significativo en la motivación del estudiante. Siempre asombra lo que pueden hacer una pequeña representación dramática, algo de humor, una reorganización y un poco de originalidad, para transformar el aburrimiento en diversión.