Por Paulina Carrasco Briones, Co-Founder y Gerenta de Calidad & Experiencia de Welearn Innovatia
La modalidad online no debe limitarse a la simple acción de trasladar asignaturas a la web con el fin de acceder a nuevos públicos y segmentos. Esto sería reducir el potencial del formato online y no considerar los avances significativos, investigaciones y buenas prácticas que guían el desarrollo de una oferta educativa en línea.
El concepto de modalidad online va mucho más allá de ser una estrategia de expansión institucional, crecimiento o globalización hacia otros mercados y regiones. Se trata de transformar la propuesta formativa presencial para ofrecerla en modalidad online, manteniendo las mismas garantías de calidad, pero con la ventaja de poder llegar a una audiencia global y brindar acceso a la educación a un número mayor de personas.
“Transformar no es trasladar. Es repensar la experiencia de aprendizaje, rediseñar con intención pedagógica y asegurar calidad en cada etapa del proceso”, señala Paulina Carrasco.
La clave está en contar siempre con el respaldo institucional necesario para hacer de esta oferta educativa una modalidad sostenible, y por lo tanto, rentable.
Frank Mayadas, presidente del Consorcio de Aprendizaje en Línea (Online Learning Consortium/OLC), afirmó que como mínimo, una institución que demuestra su calidad debe considerar cinco áreas interrelacionadas:
🔹 Efectividad del aprendizaje
🔹 Acceso
🔹 Escalabilidad (lograda a través de la rentabilidad y el compromiso institucional)
🔹 Satisfacción del profesorado
🔹 Satisfacción del alumnado
Uno de los elementos esenciales para asegurar la sostenibilidad de la modalidad online es la implementación de estándares de calidad. Esto no solo abarca la incorporación de criterios para la gestión administrativa de los programas online, sino también aquellos relacionados con el apoyo docente y estudiantil, y el diseño instruccional de los cursos. Estos son los pilares fundamentales que impulsan el éxito de una experiencia educativa en línea.
Es fundamental garantizar que estos estándares se apliquen correctamente, que se demuestre su presencia en los proyectos, y que se fomente su evaluación y mejora continua. Este enfoque es el que asegura una experiencia de aprendizaje significativa, inclusiva y efectiva de forma sostenida.