Mediante el feedback los alumnos descubren si son exitosos en sus tareas y cuál es el camino que deben seguir para cumplir con éxito el proceso de enseñanza.
Les presentamos algunas de sus características principales.
El feedback:
- Empieza con los profesores pero no concluye hasta que se produce una acción del alumno.
- Es necesario en la educación superior ya que los alumnos invierten una considerable cantidad de tiempo en sus tareas, y por ende, esperan el mismo esfuerzo por parte de los docentes. Al aprendiz le importa su trabajo y cómo será juzgado.
- No debe considerarse como una interacción que se produce exclusivamente entre el profesor y el alumno. Los compañeros, por ejemplo, pueden ser una fuente de información y de apoyo al aprendizaje muy útil.
- Forma parte del diseño global del programa y debe planificarse y organizarse de acuerdo con él.
- Es un asunto emocional. Por tal motivo, el feedback debe estar orientado hacia los comportamientos o resultados (que pueden modificarse), no hacia la persona (que, en ocasiones, se resiste al cambio).
Gracias al feedback se eliminan las frustraciones de las notas y se centra la atención en el contenido que se brinda. Si se incorpora correctamente, el feedback tiende a mejorar considerablemente las prácticas de trabajo de los alumnos.
¿Qué lugar ocupa el feedback en tus clases? ¿Qué propósito u objetivo trata de satisfacer? ¿Qué tipo de feedback se necesita para cada aspecto? ¿Cuándo se necesita más?
Si te interesa este tema, puedes encontrar dos de nuestros programas en los que profundizamos más al respecto. Ellos son: “Programa de interacción para el éxito en el aprendizaje” y “Programa de profundización para el desarrollo de la interacción”.
WETEACH, DISEÑAMOS PARA QUE MÁS PERSONAS APRENDAN MEJOR
