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“El Triángulo de Hierro” en la docencia

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El Triángulo de Hierro es un concepto de gestión de proyectos que establece un sistema de tres restricciones interdependientes: tiempo, costo y alcance. Éstas forman un triángulo en el que cada uno de los lados representa uno de los elementos mencionados. La idea es que cuando se intenta ajustar o cambiar uno de los elementos, los otros dos también se ven afectados.

Cuando te esfuerces por sobresalir en un área, estarás limitado por uno o ambos de los otros dos componentes del triángulo. 

Por ejemplo, si desea realizar un trabajo  sobresaliente , la calidad estará limitada por la fecha límite y/o el presupuesto. Como máximo, puedes activar dos de las tres opciones del triángulo.

Al tratar de ofrecer una enseñanza excepcional, un profesor puede encontrarse limitado por el tiempo disponible para planificar y ejecutar las lecciones, así como por los recursos disponibles en términos de material didáctico, tecnología educativa y apoyo administrativo. De manera similar, al intentar equilibrar estas restricciones, un profesor debe elegir dos de las tres opciones.

La gestión efectiva del Triángulo de Hierro en el ámbito educativo requiere una comunicación clara y constante con los estudiantes, colegas y administradores. Los educadores deben establecer expectativas realistas desde el principio y ser transparentes sobre los límites.

Consejos para docentes

-Comunicación periódica: Mantener una línea abierta de comunicación con los estudiantes y colegas es esencial. Esto implica compartir actualizaciones, preocupaciones, ideas y solicitudes de manera regular para garantizar que todos estén al tanto del progreso del proyecto educativo.

-Gestión proactiva: Los educandos deben anticipar y abordar las expectativas poco realistas de los estudiantes y colegas. Esto implica educar a las partes interesadas sobre el tiempo que llevará incorporar X aprendizaje. 

-Flexibilidad y adaptabilidad: Reconociendo que los proyectos educativos cambian y evolucionan, los docentes deben estar preparados para ajustar sus planes y estrategias según sea necesario. Esto implica reevaluar los objetivos y prioridades a medida que surgen nuevos desafíos y oportunidades.

-Promesas: Es importante establecer expectativas realistas y luego superarlas siempre que sea posible. Es mejor optar por prometer menos y entregar más para garantizar que todos estén contentos con los resultados finales.

-Enfoque en soluciones: Cuando surjan desafíos, los docentes deben adoptar una mentalidad orientada a soluciones en lugar de centrarse en los problemas. Esto implica buscar activamente formas de abordar los desafíos y encontrar soluciones viables.

En conclusión, la gestión efectiva del Triángulo de Hierro en el ámbito educativo requiere habilidades de comunicación sólidas, anticipación de expectativas y flexibilidad para adaptarse a las circunstancias cambiantes. 

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