Algunas de las causas de los males que padece la educación son el miedo a enseñar y que cada vez enseñamos menos.
¿Cuáles son las responsabilidades de cada uno en la tarea de educar?
Como adultos tenemos que saber que hay una responsabilidad que no podemos eludir, que es la de poner a los jóvenes en posesión de la herencia que les corresponde por la sola razón de ser humanos. Es decir de la herencia de lo que el hombre fue haciendo a lo largo de la historia, de todo el saber y la creatividad que fue acumulando a lo largo de los siglos.
Una actividad a largo plazo
Hay una relación directa entre lo que pasa en la sociedad y lo que pasa en la educación. Así, en una época como la nuestra que busca satisfacciones inmediatas, esta tendencia es uno de los obstáculos con los que se topan quienes quieren enseñar. También la idea del esfuerzo está en retirada en nuestra sociedad.
Y como la educación es una actividad a largo plazo, que no puede realizarse sin esfuerzo personal, éste es otro de los impedimentos graves que tenemos los educadores.
Todo esto causó que se produzca lo que hoy se pretende es que el aprendizaje sea, sobre todo, algo divertido. Sin embargo, tenemos que saber que esta concepción de que «las clases son lugares para pasarla bien» es una idea válida solamente en el mundo del espectáculo.
También sucede que, en ese ímpetu de otorgar certificados de manera inmediata, la educación superior se fue convirtiendo en una agencia de acreditación de títulos.
Hay que tener cuidado con esto ya que lo único que se logra es un nivel de conocimientos adquiridos cada vez más bajo.
En conclusión, la base del problema es la crisis de la transmisión, ya que hay mucho que se debería enseñar y no se está haciendo.
Por este motivo, todos los sectores debemos involucrarnos y asumir la responsabilidad.
En este nuevo año, desde WELEARN renovamos el compromiso de diseñar programas para que más personas aprendan mejor.