Las comunidades de aprendizaje se basan en la idea de que el aprendizaje es un proceso social y que la colaboración y el diálogo pueden ser herramientas muy poderosas para alcanzar un conocimiento más profundo y significativo.
En estas comunidades, los miembros comparten sus conocimientos y experiencias y trabajan juntos para resolver problemas y desarrollar nuevos saberes.
¿Qué son las comunidades de práctica?
La comunidad de práctica es un grupo de personas que desempeñan la misma actividad o responsabilidad profesional y que, preocupados por un problema común o movidos por un interés común, profundizan su conocimiento y su pericia en este asunto a través de una interacción contínua. (Sanz 2008)
Una comunidad de práctica se crea alrededor de tres elementos fundamentales:
Compromiso mutuo: cada uno de los miembros se compromete a compartir su expertise y espera recibir el conocimiento de otros miembros de la comunidad.
Empresa conjunta: son los objetivos y las necesidades a cubrir. Necesidades e intereses comunes.
Repertorio compartido: rutinas, prácticas compartidas. Lenguaje herramientas, maneras compartidas de hacer.
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La colaboración significa dar un paso más allá de las tareas coordinadas en la división del trabajo y si bien colaborar puede incluir el hecho de cooperar, indudablemente implica algo más que eso.
Colaborar implica involucrarse de manera comprometida en un continuo proceso de comunicación, en el cual el conocimiento se construye como condición de acuerdos progresivos hacia entendimientos comunes (Litwin, 2005).
Desde WELEARN, los invitamos a repensar la docencia a la luz de los cambios culturales y sociales que ponen cada vez más de manifiesto la importancia del trabajo en colaboración.
