En la gamificación educativa, se utilizan elementos de juego como puntos, niveles, desafíos, recompensas y retroalimentación inmediata, con el objetivo de transformar el proceso en una experiencia divertida y emocionante. A través de esta herramienta, se busca que los estudiantes se involucren, se sientan motivados y desarrollen habilidades sociales y emocionales. Entre ellas: la colaboración, el liderazgo y la resolución de problemas.
En una entrevista con EdTech Magazine, el Dr. Matthew Farber, profesor de la Universidad de la Ciudad de Nueva York y autor de «Gamify Your Classroom: A Field Guide to Game-Based Learning», expuso que «la gamificación y la tecnología hacen que el aprendizaje sea más atractivo y accesible. Las aplicaciones educativas ayudan a comprender de manera más efectiva y a desarrollar habilidades importantes como la resolución de problemas, la creatividad y la colaboración».
CONSEJOS DE APLICACIÓN EN EL ÁMBITO VIRTUAL
– Diseña de desafíos: una forma de gamificar en un contexto virtual es mediante la creación de misiones que los alumnos deban superar. Estas pueden ser actividades relacionadas con tareas específicas que los usuarios deban completar para avanzar en su progreso, a fin de que experimenten una sensación de logro al completar los objetivos y de esta manera, incrementar el autoestima y la confianza en sí mismos.
– Implementa un sistema de recompensas: mediante la incorporación de medallas virtuales, puntos, insignias o bonificaciones.
– Fomenta la competencia sana: Puedes crear clasificaciones o tablas de posiciones para que los alumnos puedan comparar su progreso con el de otros usuarios (reservando la identidad de los mismos) a fin de motivarlos a perfeccionarse.
– Usa elementos lúdicos en el diseño: los juegos ofrecen un ambiente de aprendizaje seguro donde los estudiantes experimentan, cometen errores y prueban diferentes soluciones. Como por ejemplo, un sistema de niveles, un diseño de personajes, una interfaz amigable, personalizada e intuitiva, etc.
– Proporciona retroalimentación constante: realizar un seguimiento en tiempo real, de forma que los estudiantes puedan entender el proceso y conocer sus puntos débiles/fuertes.
Según Michael Wu, Ph.D. y experto en el tema, «los juegos tienen el poder de enganchar, involucrar y motivar a los participantes porque satisfacen las necesidades humanas fundamentales de competencia, autonomía y relación social». Wu también afirma que la técnica es útil en el ámbito educativo ya que “ofrece una forma efectiva de fomentar la participación activa de los estudiantes en el aula».
Un proyecto realizado por la Universidad de Colorado Denver encontró que los alumnos que participaron en un juego educativo en línea mejoraron significativamente su rendimiento académico y capacidad para aplicar lo que habían experimentado en situaciones del mundo real.
¡Sigamos construyendo aprendizajes significativos!
