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Evaluar con rúbricas: qué son, cómo aplicarlas y cuáles son sus beneficios

En el ámbito educativo, la evaluación es una herramienta esencial para medir el aprendizaje de los estudiantes. Una de las técnicas más utilizadas son las rúbricas, que permiten evaluar el desempeño de los alumnos de manera objetiva y consistente.

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Las rúbricas consisten en una lista de criterios y niveles de desempeño para cada uno de ellos. Estos se utilizan para evaluar el trabajo de los alumnos de manera objetiva y sistemática. 

Para aplicarlas, es importante seguir algunos pasos:

– Definir los criterios de evaluación: deben ser claros, precisos y relevantes para el trabajo que se va a evaluar.

– Establecer los niveles de desempeño: Es importante que los estudiantes conozcan la rúbrica antes de realizar la tarea para que sepan las expectativas y los criterios.

– Crear la rúbrica: debe incluir una descripción de cada nivel de desempeño para cada criterio.

¿Cuáles son sus beneficios?

-Claridad: las rúbricas permiten establecer criterios claros y precisos para evaluar el trabajo de los estudiantes. Esto evita la subjetividad y garantiza un desempeño más justo y equitativo.

-Objetividad y consistencia: facilitan la evaluación de los alumnos de manera objetiva y consistente, lo que reduce el sesgo y la subjetividad del evaluador.

-Retroalimentación efectiva: las rúbricas proporcionan una retroalimentación efectiva a los estudiantes, ya que se pueden identificar claramente las áreas en las que necesitan mejorar. 

¿Cómo crear rúbricas?

1- Mirar modelos: mostrar a los estudiantes ejemplos de proyectos buenos y no tan buenos. Identificar qué características hacen que los buenos sean buenos y los malos sean malos.

2- Hacer una lista de criterios: utilizar la discusión de los modelos para comenzar una lista de lo que cuenta en un trabajo de calidad.

3. Articular los grados de calidad: describir el mejor y el peor nivel de calidad y luego llenar los niveles intermedios sobre la base de su conocimiento de los problemas comunes y de la discusión de los ensayos no muy buenos.

4. Practicar sobre modelos: hacer que los estudiantes utilicen rúbricas para evaluar los modelos que se presentaron en el paso 1.

5. Utilizar la auto-regulación y la co-evaluación: asignar la tarea.  Mientras ellos realizan sus tareas, detenerlos ocasionalmente para que se auto-evalúen y evalúen a sus pares.

6. Revisar: siempre se les debe ofrecer el tiempo necesario para revisar su trabajo basándose en la retroalimentación que han recibido en el paso 5.

7. Utilizar la evaluación del maestro: utilizar la misma rúbrica que usaron los estudiantes para evaluar el trabajo de ellos.

El paso 1 puede ser necesario solo cuando se les pide a los estudiantes que participen en una tarea con la que están poco familiarizados. Los pasos 3 y 4 son útiles, pero demandan tiempo; los puede desarrollar usted mismo, especialmente cuando ya se han estado utilizando rúbricas. Una clase o un grupo con experiencia en la evaluación puede dinamizar el proceso comenzando con la lista de criterios después el maestro describe los niveles de calidad, los verifica con los estudiantes, hace revisiones y luego utiliza la rúbrica para la auto-evaluación, entre pares y la suya propia.

Fuente: “Understanding Rubrics” de Heidi Andrade. Más información: https://issuu.com/fundacionevolucion/docs/rubricas 

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