En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, más del 58% de la fuerza laboral en Chile necesitará preparación en los próximos cinco años para adaptarse a las nuevas demandas del mercado. Según un reciente artículo de El Mercurio, la inteligencia artificial, big data, y habilidades como la empatía y el pensamiento analítico serán necesarias para los colaboradores.
La pregunta no es si debemos capacitar a nuestros equipos, sino cómo hacerlo de manera efectiva y alineada con las necesidades reales y emergentes. La inversión en formación es esencial para mantener la competitividad y representa un compromiso con el desarrollo sostenible de la organización y la sociedad en su conjunto.
Es fundamental que las instituciones comiencen a preparar a sus colaboradores, que ajusten los currículums y adapten los programas a las tendencias actuales. De esta manera, mejorará la productividad y permitirá enfrentar los retos del futuro con mayor solidez.
En este contexto, la tecnología se convierte en un aliado estratégico, permitiendo modalidades más flexibles y accesibles, como los programas 100% online o blended. Estas soluciones son más económicas y facilitan a los empleados equilibrar su aprendizaje con sus responsabilidades laborales.
La clave está en entender que la capacitación es una inversión a largo plazo. Como señala Isabella Luksic, gerente general de Fundación Luksic, «una persona trabajadora informada no solo aporta más valor a la organización, sino que también ayuda a crear un entorno más dinámico e innovador».
Se trata de liderar desde la cima, incentivar y valorar la educación como un pilar para el éxito.
Es momento de actuar y asegurar que nuestras organizaciones estén preparadas para enfrentar los desafíos del futuro. Invertir tiempo, energía y recursos en la formación de tu equipo es clave para mejorar su eficacia.
Referencia: El Mercurio, 29 de agosto de 2024.